martes, 29 de enero de 2008

Día 31 de enero: dolor, mucho dolor...

Es un aciago día, los esfuerzos de cuatro meses y el tiempo invertido se han deslizado entre mis dedos como arena de mar, y se han vertido en el infinito sin que pudiera hacer nada. Vamos; que puedo ser el abanderado del país del sol naciente, pero sin bandera, o dedicarme a bebedero de patos; porque lo que si es cierto es que me han practicado el medioevo de un modo aberrante por dónde nunca da el sol.
Aquí dejo el examen, para quien le interese saber cómo matarles las ilusiones a unos estudiantes:




"Dolor, mucho dolor..."

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